miércoles, 13 de noviembre de 2013

HISTORIA DE LA FUNDACIÓN DE SAN JOAQUÍN DE MARIARA  
Escudo de carabobo
 El nombre de San Joaquín con categoría territorial administrativa aparece por primera vez en la organización político terntoriaí de Venezuela, en la Ley de División Político Terntoriaí de la República de Colombia del 25 de junio de 1824 como Parroquia del Cantón Valencia. Así se mantiene hasta eí año de 1864 cuando se crea el Departamento o Distrito Guacara con dos municipios: Guacara como capital y San Joaquín. En la Ley de División Político Territorial del 25 de Noviembre de 1983 se crea el Distrito San Joaquín con capital San Joaquín.

Los orígenes de nuestro pueblo están íntimamente ligados con los primeros asentamientos de esclavos y campesinos que trabajaban en la vecina hacienda; esta población se mantendrá, en los últimos años de la colonia, ocupada en sus labores agrícolas y creando una pequeña sociedad con mantuanos, libertos y esclavos, donde los apellidos de los primeros trece pobladores seguirán ligados a la historia de nuestro pueblo, mediante sus descendientes.


En Visita Pastoral que el Obispo Mariano Martí realizó a la Diócesis de Caracas y Venezuela entre 1771 y 1784, para presentar las “providencias”, “autos” y “decretos” que confirieron vida jurídica como nueva parroquia a la zona intermedia entre Guacara y la Cabrera con especial referencia a los sitios de Mariara, Cura, Hato Viejo, Agua Caliente y Punta de Zamuro.            
 Desde 1782 hasta 1796 El Obispo Martí realiza la Visita Pastoral a Guacara del 27 de octubre al 3 de noviembre de 1781. El Obispo “viajero”, procedente de Turmero, antes de llegar al pueblo de Guacara, se quedó en la Hacienda Cura del Conde de Tovar dos días y medio;       Terminada  la Visita Pastoral a Guacara, el Obispo Martí anota en su Libro Personal,  Se extiende una larga consideración acerca de la conveniencia de crear una nueva parroquia eclesiástica para atender a los habitantes de la ribera norte del Lago de Valencia que quedaba lejos para el cura de Maracay y lejos para el cura de Guacara. 
Iglesia de san joaquín
 Previamente el Obispo Martí había señalado claramente que este Cura Doctrinero de Guacara era don Lorenzo Lobera y Otañes, nativo de Güigüe y que ostentaba el curato de Guacara desde 1775.Dicho Cura de Guacara tomó muy en serio la expresión del Obispo en cuanto a la conveniencia de crear la nueva parroquia y, un mes después de terminada la Visita Pastoral de Guacara, logró enviar una comunicación escrita a Nirgua cuando en ella se encontraba el Obispo Martí de visita (27 de noviembre a 13 de diciembre de 1781) a fin de solicitar que el Obispo dictara el “auto” que efectivamente creara la nueva parroquia de Mariara
Frente casa alejo zuloaga

  El Obispo Martí pasó por el territorio de la futura parroquia de Mariara el  3 de junio de 1782. En el extenso territorio de la nueva parroquia que debía organizarse, no había un centro poblado notable y ya bien conformado, sino haciendas o trapiches y agrupaciones de viviendas más bien separadas y dispersas y que en su conjunto, como consta en el memorial del Cura Doctrinero de Guacara, podían albergar unas mil personas entre dueños, peones y esclavos. Los grupos de viviendas y sitios más notables eran Cabrera, Mariara, Cura, Agua Caliente, Hato Viejo y Punta de Zamuro; este último conglomerado era el mayor, el más antiguo y el mejor conformado, dentro de la tradición hispano-cristiana debía procederse a establecer el centro formal de la parroquia alrededor del edificio de la Iglesia, de la casa del Cura y del cementerio, es decir la Iglesia y sus anexos.   
Calle principal
 Al Obispo Martí le parecía más práctico y expedito obligar al Pbro. Tovar que cediera parte de su hacienda Mariara para construir la Iglesia y sus anexos, pero parece que a los propietarios pequeños y al mayoritario que era el Conde de Tovar no les cuadraba la idea del Obispo Martí. Sin embargo y sin construir una Iglesia nueva, sino funcionando provisionalmente como tal el Oratorio de Mariara ampliado con un caney para el público que asistiese a los ritos religiosos, el Pbro. Juan Rafael Ferreira del Barrio ejerció su ministerio por diez años (1783-1793) en esa sede provisional de Mariara, siendo titular de la nueva parroquia San Joaquín. Por consiguiente la “nueva parroquia” empezó a denominarse “San Joaquín de Mariara”. Una “matrícula”, en 1788 “aclara” los pasos del proceso fundacional;  Matrícula y estado de almas de la feligresía de la nueva parroquia que con la invocación o título de S. Joachim (sic) por primer Decreto se eregiría su iglesia (sic) en el Valle de Mariara pero por segundo está asignado el banco largo del Valle nombrado de Hato Viejo…
Se deduce que el Valle de Hato Viejo estaba al oeste del Valle de Cura en los límites del territorio de Guacara. Este documento hace más inteligible el litigio judicial que el párroco Ferreira hace contra Don Miguel de León que ocupaba indebidamente la casa destinada al cura ubicada en Hato Viejo.
Calles de san jaoqín
Obispo Mariano Martí falleció el 20 de febrero de 1792 y que el 25 de julio de 1793 llegó a Caracas su sucesor, el Obispo Juan Antonio de Viana. Este nuevo Obispo en diciembre de 1793, nombró como segundo párroco de San Joaquín de Mariara al Pbro. José Damián Saubens, El párroco Saubens manifestó que los lugares anteriores no eran adecuados para la nueva Iglesia Parroquial que debía fabricarse y logró convencer a las autoridades eclesiásticas y civiles que se buscara otro lugar. La comisión integrada para tal fin escogió el nuevo sitio el 1º de junio de 1795; El 1º de junio de 1795 (trece años después de creada la parroquia) inspeccionan el sitio en que se la ubicó originalmente y lo descartan por inadecuado. Ese mismo día escogieron el de Agua Caliente de Mariara y se bendijo el terreno para la iglesia, clavando en él una cruz como era costumbre. Al día siguiente se levantó la matrícula de vecinos, fijándose a cada uno de ellos lo que debía pagar para reunir los 250 pesos de la congrua sustentación del cura. Los primeros 13 pobladores de San Joaquín que figuran en aquella matrícula fueron los siguientes: Don Santiago Vargas quien tenía 12 esclavos y debía pagar 84 reales, Don Ignacio Urraca, con 3 esclavos y 21 reales de pago, Doña Micaela Meza, 1 esclavo y 7 reales, Don Antonio Aguirre, 6 esclavos y 42 reales, Don Pedro Rodríguez, 4 esclavos y 28 reales, el Conde de Tovar 110 esclavos y 770 reales, Don Jacinto Martínez, 1 esclavo y 7 reales, Don Domingo de Tovar (hijo del conde) 97 esclavos y 679 reales, Don Juan Bentura   Correa, 39 esclavos y 273 reales, Don Manuel de Elizalde, 3 esclavos y 21 reales, Don Antonio Quintana, 5 esclavos y 35 reales, Don Lorenzo Zuloaga, 3 esclavos y 21 reales, y Don Manuel Egusquiza, con 2 esclavos y 14 reales. Estos dos últimos fueron los ascendientes del Dr. Alejo Zuloaga Egusquiza, Rector de la antigua Universidad de Valencia. Con estos 13 hacendados y sus 286 esclavos que explotaban el añil y la caña de azúcar se planeó el arranque de la parroquia y futuro pueblo. El 26 de junio el Obispo Fray Juan Antonio de la Virgen María Viana aprobó el nuevo sitio y el prorrateo para la contribución de los vecinos, pasándolo al Gobernador Carbonell, quien lo aprobó igualmente el 13 de julio. Sin embargo, el Conde de Tovar y su hijo Domingo, entre otros, no estuvieron de acuerdo con el sitio de Agua Caliente porque lo consideraban demasiado cerca del límite oriental (una sola legua de la Cabrera) y demasiado lejos del límite occidental (más de cuatro leguas de “Hato Viejo”); ofrecían para la edificación de la nueva Iglesia y sus anexos unos terrenos ubicados en Punta de Zamuro que era un sitio más céntrico para todo el territorio de la parroquia. Culminados los trámites eclesiásticos y civiles, se decidió finalmente que este sitio de Punta de Zamuro era el mejor y se realizó en él la “fundación” definitiva del nuevo pueblo: es lo que corresponde desde entonces al casco central de San Joaquín.  Esto sucedió el 3 de diciembre de 1795, exactamente 14 años después del “auto” dictado por el Obispo Martí en Nirgua.  Después que el Conde de Tovar, cofundador del pueblo, ratificara la oferta de su hijo, el 03 de febrero de 1796, el Gobernador Carbonell aprobó definitivamente el sitio denominado Punta de Zamuro. Seguidamente el 20 de febrero, el Obispo Viana ordena al Padre Saubens la construcción de la Iglesia Parroquial, delegando la facultad necesaria para la bendición e imposición de la primera piedra.
En resumen para la construcción de la Iglesia Parroquial con sus anexos y para la fundación del pueblo de San Joaquín se designaron sucesivamente a lo menos cuatro sitios: Mariara, Hato Viejo, Agua Caliente y Punta de Zamuro, siendo éste el definitivo. El Pbro. José Damián Saubens, que siguió al frente de la parroquia hasta 1825, es considerado con justicia el fundador de San Joaquín. Sin embargo tuvo que esperar hasta 1802 para empezar realmente la construcción de la Iglesia que sólo pudo inaugurar el 16 de noviembre de 1809.     

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